Video: Nito Mestre cumple 70 años: el conocido de siempre, el trovador folk, el eterno adolescente
03/08/2022. Con Charly García dieron vida a Sui Generis y cambiaron la historia del rock argentino. Su voz quedó grabada en el inconsciente colectivo de varias generaciones y su música sigue haciendo camino al andar
Para cualquier niño o adolescente de los ‘60, descubrir a Los Beatles fue poco más una revolución que una revelación.
Un momento iniciático con fecha y lugar guardado a fuego en la memoria. Carlos Alberto Mestre tenía once años cuando curioseando en una disquería vio a cuatro flequilludos sonriendo asomados a un balcón. Era la tapa de Please, Please Me, y sentía que esos cuatro jóvenes lo miraban a él. No resistió la tentación, lo hizo girar y le llamó la atención particularmente “Twist and shout”, que repitió cinco veces, una atrás de la otra. Al poco tiempo, su maestro de grado lo llevó al cine Rivera Indarte a ver Anochecer de un día agitado y el mundo hizo plop definitivamente. El niño que había cantado en el coro, el preadolescente que despuntaba sus inquietudes en el folklore se iba a dejar llevar por la ola del rock and roll.
Nito nació el 3 de agosto de 1952 en una casa llena de música y de historias. Hermano menor de un varón en una familia de clase media típica de Caballito, se crio con su padre Eduardo de origen catalán, de profesión médico cirujano y oficio de violinista; y su madre Tecla, nacida en Dinamarca, con raíces lituanas y las historias más maravillosas para contar. Los Beatles llegaron a su vida casi al mismo tiempo de la muerte de Eduardo. Y ya en el colegio secundario, un encuentro se iba a convertir en una de las fábulas más queribles de la historia de nuestro rock.
En el Instituto Social Militar Dámaso Centeno, Nito cursaba a la mañana y tenía su grupo informal, The Century Indignation con el que hacía covers. Una tarde oportuna se sorprendió al escuchar a un flaco alto y espigado que se llamaba como él, se apellidaba García y tocaba el piano como un animal. Charlie formaba parte de To Walk Spanish y la química quedó reservada para el año siguiente, cuando compartieron curso y se hicieron inseparables.
A finales de 1969, Sui Generis debutó en un baile escolar y después de unos cuantos sinsabores, consiguieron su primer contrato discográfico. Vida (1972), Confesiones de invierno (1973) y Pequeñas anécdotas sobre las instituciones (1974) marcaron a una generación y se mantienen como banda de sonido iniciática de la adolescencia. “Toda el aura de Sui sigue existiendo. Sigue vigente y pasa de generación en generación. Es algo clásico”, explicó Mestre en una entrevista con Teleshow. Y arriesgó una explicación para cosas que a veces no la tienen. “Creo que se da por una enorme combinación de cosas: salir en el momento justo con las canciones justas, con las letras justas, con las voces justas, con dos tipos que se juntan y que tiraron para adelante la amistad, el amor por la música, la imagen”.
Su despedida el 5 de septiembre de 1975 es una de las fechas insoslayables de cualquier enciclopedia de rock argentino. Fueron dos shows delirantes y mágicos en el Luna Park, que se volvieron disco y película para documentar el concierto de una banda de rock más importante hasta entonces. Y generó la primera sensación de vacío en dos jóvenes que apenas superaban los veinte años. Después de Sui Generis, se dieron la mano y se fueron cada uno por su lado. Nito se tomó un taxi y se bajó cerca de Puente Saavedra para comerse unas porciones de pizza, cuando minutos atrás lo aplaudían un millón de manos. No iba a tardar en encontrarse con su compañero del colegio, con quien la amistad se mantuvo inalterable a los designios del destino.